En los últimos veinticinco años, el rey Mohammed VI ha transformado Marruecos, convirtiendo un país que anteriormente se sometía a las reglas de la geopolítica internacional en una potencia regional influyente, capaz de moldear su entorno. Se ha convertido en un líder en el camino hacia un co-desarrollo futurista y anticipado, perfectamente alineado con la evolución global. Esta impresionante transformación se basa en una serie de estrategias diplomáticas, económicas, religiosas y de seguridad que merecen ser analizadas. Estas estrategias, en las que se combinan hábilmente el "soft power" y el "hard power", han permitido reforzar, asegurar y consolidar la posición del Reino de Marruecos en el mundo.

La 92ª sesión de la Asamblea General de Interpol, celebrada en Glasgow del 4 al 7 de noviembre, reunió a 153 países miembros para discutir cuestiones globales de seguridad y cooperación policial. Abdellatif Hammouchi, director general de la Seguridad Nacional y de la Vigilancia del Territorio (DGSN-DGST), encabezó la delegación de Marruecos, en un esfuerzo por consolidar el papel del Reino en la cooperación internacional contra amenazas como el terrorismo y la criminalidad organizada transnacional. La participación de Hammouchi es parte de una estrategia integral de Marruecos para reforzar su presencia en foros internacionales de seguridad, alineándose con las directrices del Rey Mohammed VI.

El gobierno de Senegal ha reaccionado de manera firme ante la decisión de la Unión Europea (UE) de suspender los acuerdos de pesca, argumentando deficiencias en la lucha contra la pesca ilegal. Durante un mitin político en Dakar, el ministro de Enseñanza Superior, Abdourahmane Diouf, desmintió la versión europea, afirmando que es Senegal quien ha decidido no renovar los acuerdos, no la UE. Diouf explicó que esta decisión se tomó para proteger los intereses de los pescadores senegaleses, quienes se veían perjudicados por los acuerdos anteriores.